El aloe vera, un producto que abre mercados

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Cuando Ricardo Bocchio, un productor agropecuario de Santa Fe, detectó el crecimiento de la demanda mundial de aloe vera comenzó a probar con algunas plantaciones en su campo de María Juana. La experiencia tuvo un resultado positivo y en octubre del año último comenzó a enviar y a exportar las primeras partidas a Italia. La empresa tiene unas 12.000 plantas en producción, además de un recinto que procesa la hoja de la planta y la convierte en jugo de aloe o gel. Los cinco embarques de hojas y también de líquido a ese país europeo sumaron alrededor de 20.000 kilos.

"Frente a una demanda creciente y ante la posible ampliación de otros mercados hicimos cambios estructurales en la explotación agropecuaria. Nuestra meta a corto plazo es tener 35.000 plantas en producción", explicó Bocchio a LA NACION. Las posibilidades de venta en el exterior del aloe vera son alentadoras debido a que existen más compradores que oferentes. Una de las razones de este fenómeno es que permanentemente se descubren nuevas aplicaciones, tanto en la industria cosmética como en la alimentaria.

El aloe vera es una planta carnosa con hojas verdes, duras, largas con bordes espinosos que terminan en punta. Tiene la capacidad de retener agua en su interior y se le adjudica propiedades como acelerador de la curación de los tejidos y ser un potente analgésico. La posibilidad de aumentar las exportaciones de la hoja de la planta o el jugo alienta las expectativas del productor por la diferencia de precio que existe en el mercado internacional. Mientras que en el mercado interno se paga a razón de 9 pesos el kilo, en el exterior esa misma cantidad se eleva a 4 dólares.

- Falta de producción
"Empecé en octubre del año pasado a enviar partidas de 4000 y 5000 kilos de gel u hojas de aloe", contó el productor.

Uno de los principales inconvenientes que se le presentan es atender una demanda que en la actualidad supera la capacidad de producción. "Por eso estoy acopiando hojas de aloe de productores de la región", acotó.

La demanda se produce fundamentalmente en el centro de Europa, Estados Unidos y Japón, aunque actualmente el mercado está copado por compañías americanas, australianas y mexicanas. Se estima que este producto tiene una capacidad industrial de seis millones de kilos al año.

La experiencia de Bocchio no es la única. En Marcos Juárez, Córdoba, unos sesenta productores participan de charlas que organiza sobre el tema el Centro Regional de Apoyo y Desarrollo de la Microempresa del municipio local.
Fuente: Diario La Nación