Luego de varios meses de trabajo con ocho empresas nacionales desarrolladoras de software, en el marco del Proyecto Innova “Desarrollo de Estrategia de Internacionalización de las Tecnologías de la Información Chilenas”, el Grupo de Empresas Chilenas de Software y Servicios Chile (GECHS), con el apoyo de CORFO y ProChile, dio a conocer el Plan Estratégico para la Internacionalización de la Industria de Tecnologías de la Información (TI) de Chile.
De acuerdo al informe, realizado por los consultores extranjeros Marcel Mordezki, Alejandro Petterson, Luis Stolovich, Sara Golberg y Mara Rubiños, una de las principales carencias de la industria local es la formación en gestión y management.
“Lo que falta en las empresas nacionales es la elaboración de un plan de negocios de cara a la internacionalización. Es evidente la necesidad de apoyo a las empresas para facilitar el financiamiento para crear habilidades, conocimientos, procesos y estructuras de gestión. Por lo tanto, una de las primeras recomendaciones es la creación de un plan de capacitación para las oficinas comerciales de ProChile en productos y servicios de TI de los principales países a los que se pretende exportar”, indicó Marcel Mordezki, consultor uruguayo y coordinador del proyecto.
Asimismo, el experto señaló que aunque mucho se está haciendo en lo referente a calidad de los productos que se desarrollan, “en lo que es innovación se detectó la necesidad de transformarla en un valor cultural de las empresas para que tenga un impacto real en los procesos, productos y servicios, y no sólo en los productos tangibles que ve el cliente”.
Otro punto a considerar, según Mordezki, es la asociatividad. “Las empresas necesitan asociarse en tres niveles, con otras empresas, con instituciones y con el gobierno, con el fin de crear capital social, fomentar la investigación, el intercambio de ideas y la formación de recursos humanos, y contar con el financiamiento adecuado”, precisó.
Desarrollo y la Consolidación
En forma puntual, Mordezki entregó una serie de recomendaciones para el desarrollo general de la industria y para la consolidación de la performance exportadora de los productores de software y tecnología locales. Entre ellas, la creación de un observatorio tecnológico, la adaptación de la tecnología, el fortalecimiento de las misiones comerciales y el incentivo al sector público para comprar y no hacer sistemas TIC.
“Las empresas productoras de software y tecnología deben cumplir con ciertos requisitos, como identificar los segmentos con potencial, tener la capacidad para competir por costo o innovación, contar con buen marketing y acceder a capital de riesgo, por mencionar algunos. Además, el sector público debe entregar políticas que faciliten lo anterior en base a financiamiento, subsidios para investigación y desarrollo, inversiones en educación y entrenamiento, así como alentar al mercado a realizar inversiones, entre otras iniciativas”, puntualizó Mordezki.
Estrategias
Por último, el experto dio a conocer tres estrategias de internacionalización, la Fast Technological Follower (FTF), la Niche Vertical Capacity (NVC) y la Business Process Consultants (BPC).
La primera, implica la rápida detección, incorporación, adaptación y comercialización de tecnologías emergentes en el mundo desarrollado e implementarlas en Latinoamérica, mostrando a Chile como el adoptador más temprano de las mejores tecnologías existentes, que es capaz de probarlas, seleccionar las más adecuadas para el entorno latinoamericano y adaptarlas para ser utilizadas en ese contexto.
La segunda, tiene que ver con los nichos o verticales, como minería, salmón, vino, retail, finanzas, banca, educación y gobierno. Esta estrategia se orienta a crear pocas empresas que facturan poco, pero que son muy rentables.
La tercera y última, resalta la habilidad de las empresas de TI como expertos en la implantación de tecnología en los procesos de negocios de las compañías clientes.
“Más allá de las estrategias, en Chile hay mucho qué hacer, es necesario un cluster para que las empresas trabajen en forma colaborativa, pues el mundo de la tecnología requiere un funcionamiento conjunto y coordinado. Se necesitan también más instrumentos de apoyo y compartir experiencias. En definitiva, saber qué precisa la industria, diseñar lo que se requiere y trabajar para ello”, concluyó Mordezki. El Mostrador
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